Te daré un beso y, a continuación, te diré que sólo tengo ganas de mirarte a los ojos y abrazarte.
Te leeré un par de fragmentos de algún poema de un libro barato que encuentre en el Corte Inglés, y te emborracharé hasta que me digas que me odias.
Te dejaré que te marches y que vuelvas, que me marees y me hagas dar ciento diecisiete vueltas, para acabar donde estábamos al principio.
Te dejaré que me digas las cosas que hay que decirme para que me ponga tierna, y las que hay que decir para que rompa a llorar, y todas las que hay que decir para arrancarme una sonrisa de la boca.
Te llevaré a dar una vuelta por Roma, París o Viena o simplemente te prepararé el desayuno y te lo llevaré a la cama. Te escucharé cuando me digas las cosas, y cuando te emociones te daré un hombre sobre el que llorar.
Te dejaré que salgas con tus amigos y os contéis vuestras vidas, que saludéis a vuestras ex y provoquéis la envidia de todos los demás cuando os ven por ahí.
Te dejaré que me grites y me lances la almohada, las sábanas, pero por favor, no me lances los zapatos.
Te dejaré que me quieras y que me odies, que me critiques y que me ignores, que me cantes al oído y que me abraces en las frías noches de enero.
*Mystrawberryworld8*