
Cuando no sea ni tu día, ni tu semana, ni tu mes, ni tu año, yo estaré ahí para ti. Cuando la lluvia empiece a caer, estaré ahí para ti. Porque cuando me necesites seré ese hombro en el que apoyarse y soltar todas tus lágrimas. Cuando se te parta el corazón recogeré los pedazos e intentaré reconstruirlo, como tú ya hiciste una vez. Seré esa personita que esté ahí durante el resto de tu vida, como una hermana. Tú verás si me haces caso o no, pero yo intentaré ayudarte en todo. Te aguantaré cuando te enfades y te consolaré cuando estés triste. Porque hay personas a las que les debes la vida y más, y tú eres una de ellas.