lunes, 20 de abril de 2015

Carta de despedida.

Sabes que siempre me resultó más fácil escribir que hablar, por eso he decidido escribirte, porque mereces saber que las cosas cambiaron y que mis intentos fracasaron. ¿Por qué después de tanto luchar decido renunciar? Te adoro, pero ya no puedo seguir contigo. Ya no podemos seguir viviendo así, mintiéndonos, mintiéndome a mí misma, haciéndonos daño, creyéndome que había encontrado en ti todo lo que siempre busqué. Por mucho que me duela o por mucho que no quiera, a partir de hoy no me queda más remedio que empezar a olvidarte... olvidarme de esa sonrisa que salía cuando nuestras miradas se cruzaban, de tu pelo y del olor de tu piel. Cómo adoraba abrazarte cada instante. Amaba tus besos, tus labios, tus manos, tus caricias y las horas muertas que hemos pasado juntos sin ni siquiera hablar, solo sintiéndonos. Amaba ver una película contigo, ir a cenar juntos, tus "te quiero", hasta tu mal humor. Me encantaba cómo te burlabas de mis chistes malos y te reías de mis errores. Me encantaban esos largos paseos a ningún lado, esas charlas interminables; dormir abrazados. Cómo me encantaba despertar y verte a mi lado. Adoraba tantas cosas de ti. No sé qué pasó, ¿en qué momento las cosas cambiaron e hicieron que este cuento de hadas se derrumbara de esta manera? No sé en qué momento empecé a odiar esos cambios repentinos de humor, a detestar el perfume que usabas, a enfurecerme cada vez que te burlabas de mis chistes o de cada cosa que hacía mal. Por eso no puedo seguir contigo. Cometí el error de creer que eras quien yo quería que fueras y, sin preguntarte si estabas de acuerdo o no, convertirte en el centro de mi universo. Creí que serías para siempre, mi antes y mi después, lo que siempre había soñado. Ahora ya no me queda más que olvidar, y no sé cuanto tiempo necesitaré, pero intentaré cada día ir olvidándote. No sé si algún día lo conseguiré, y lo peor de todo es que quizás pueda llegar a olvidarte, pero creo que nunca podré dejar de quererte. Estoy segura de que nadie va a llegar a quererte tanto como yo, pero deseo que alguien pueda llegar a hacerte feliz y cumplir tus sueños. Sé que todo esto va a volverme a pasar, me volveré a equivocar, me volverán a romper el corazón. Me volveré a enamorar y me volveré a mentir, pero ya no contigo. Lo siento mucho, te deseo lo mejor.


1 comentario:

  1. Reconozco que dejo este comentario de "puntillas", creo que son gritos en silencio que solemos dar cuando algo no va bien, nos aislamos del mundo y gritamos sin importarnos como girará el universo a nuestro alrededor. Nos sentimos solos entre la multitud, más pequeños en un mundo gigantesco. Y son esos gritos, los que hacemos en silencio, los que más duelen.

    Y será ahora cuando comiences a caminar en una burbuja de cristal, a intentarte proteger de aquello que más duele pero ¿como hacerlo si lo que más nos causa dolor se encuentra en nuestro interior? Supongo que aquí debería decirte que no permitas que esa burbuja se torne opaca, de esas forma lo único que consigues es que de ella salgan clavos tanto para el exterior como para el interior, Y si digo supongo es porque yo no lo hice.

    Había venido a animarte a que siguieras escribriendo (yo y mis mundos de letras...) y al final he venido a animarte a que no dejes de gritar, te irá bien ;).

    Saludos desde alguna zona del mediterráneo ^_^

    ResponderEliminar