jueves, 23 de noviembre de 2017

El principio de una historia sin final


Me dijiste que me amabas solo a mí. Me dijiste que me harías tan feliz. 

Te reíste cuando tú me viste llorar; el principio de una historia sin final. 
Prometiste un mundo nuevo, y te creí. Me prometiste la luna y el cielo de abril. 
Me contaste un cuento chino por demás... terminado mucho antes de empezar.

Mira, niño, yo no sé quién eres, ni cuál es tu nombre, ni qué es lo que quieres. ¡Ay, cariño! Que ya no recuerdo dónde he visto antes esos ojos negros. Y, aun así, me suena tu cara de alguna vez, en otro tiempo, cuando yo te amaba. 

Confundiste la mentira y la verdad. Confundiste ser mi amigo con amar.
Yo escribí tu nombre en la orilla del mar... Hoy la marea se ha encargado de borrarlo.

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