lunes, 12 de septiembre de 2011

Un día me cansaré y me echarás de menos.

- No te acostumbres a mí.
+ ¿Cómo?
- Que no te acostumbres a mí, ni a mi risa, ni a mi hiperactividad, ni a mis sonrisas, ni a mis besos, ni a mi dolor. No te acostumbres a que hablemos de tus problemas, ni a que te escuche con atención. No te acostumbres a cómo te miro o dejo de mirar. No te acostumbres a mis mejillas rojas como un tomate cuando te ríes de mí, ni a mi rabia, ni a reírte de las cosas que digo. No te acostumbres a nada mío, de verdad..
+ ¿Y eso a qué viene?
- A nada, simplemente que un día me cansaré, me iré y me echarás de menos.