sábado, 24 de diciembre de 2011

La felicidad se construye poco a poco.

Una noche no puedes dormir y te paras a pensar..
Descubres lo que realmente es un "te quiero", lo que significa un "adiós" e incluso las consecuencias que puede tener un "para siempre". Te das cuenta de que la felicidad no llega al tener un buen día, salir de fiesta o comprarte un vestido nuevo. Que normalmente las cosas son más difíciles de lo que parecen, que nunca sabes lo que es suficiente y muchas veces una tiene miedo. Que hay mil cosas que duelen igual que hay otras mil que te hacen sonreír como a una idiota, y que a veces nada está claro. La felicidad, tu felicidad se ha ido construyendo granito a granito, por esa persona que realmente puede decir ese "te quiero" sin mentir y siempre se ha preocupado. Puede ser una amiga de toda la vida o una que conoces desde hace una semana. Es aquélla que se da cuenta de que tu felicidad se desmorona fácilmente, y siempre está ahí para recoger los trocitos. Que si un día va mal, cambia del blanco y negro al color que tú quieras, te contagia su alegría. Por la que a la mañana siguiente te levantas con una sonrisa en la boca y piensas que de verdad merece la pena.