
Una princesa única, parecida y diferente a las demás. Nadie en el mundo es exactamente como yo. Todo el respeto, amor y energía que se pueda dar a otro ser humano, me las doy a mí, porque yo sola triunfo, fracaso, busco, crezco, amo, logro y muero.
En el fondo, todas somos princesas, pero no vivimos en enormes castillos ni tenemos un príncipe azul que monta en un corcel blanco, sino que están escondidas en el interior, en el corazón. Sólo sale si sabes cómo dar lo mejor de ti, ayudar y perdonar a quiénes lo necesitan y a quiénes no, tanto a tus amigos como a tus enemigos. Ahí ella te demostrará que cualquiera puede ser hermosa a su manera, no tiene que existir una belleza exterior que iguale a las princesas dibujadas con lápiz y papel, y que todas podemos tener nuestro cuento con final feliz, porque realmente una tiene un final feliz cuando se siente bien con ella misma y con la gente que la rodea.